Los sistemas electrónicos antirrobo para automóviles pueden ser una opción costosa pero conveniente para evitar el hurto de tu bien más preciado. Sin embargo, cada vez se hace más evidente la vulnerabilidad de estos dispositivos, debido a la creciente facilidad con que logran ser hackeados.

 

Si te dijeran que tienes a disposición un sistema mecánico (no eléctrico ni electrónico), que por lo imprevisible resulta infalible durante los pocos minutos que dispone un delincuente para robar tu vehículo... y que lo puedes comprar e instalar por la mitad del costo de un sistema electrónico...

¿Lo creerías?

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